EL PENAL DE SAN CRISTÓBAL
Arquitectónicamente, el fuerte de San Cristóbal es una construcción ciclópea y singular excavada en la cima del monte Ezcaba, en las proximidades de Pamplona.
Pensada para albergar a una reducida guarnición defensiva en las guerras carlistas, al ser transformada en prisión llegaron a hacinarse entre sus muros casi tres mil hombres, guarnición militar aparte.
La más terrible de todas era la 1ª Brigada, ubicada en el sótano del edificio, con pequeños tragaluces sin cristal a la altura del suelo del patio. Sus muros lindaban con los aljibes y el agua se filtraba e inundaba el suelo donde los hombres dormían sin colchones, provistos tan solo de una manta. En tales condiciones, las enfermedades se cebaban en los presos: sarna, piojos y enfermedades respiratorias como la tuberculosis, que diezmaba a la población reclusa.